El 8 de marzo de 2017 fue el día mas largo de mi vida y es lo que tiene viajar en el tiempo. Partí de Auckland a las 18:20 para llegar a Santiago a la 13:50 del mismo día, cruzando varios husos horarios a través del Pacífico en un vuelo de casi 11 horas de duración con LATAM Airlines, saliendo del mapa del mundo por la derecha y entrando de nuevo por la izquierda.

Así que tras comer con Alejando en Nueva Zelanda, la siguiente vez que pise tierra fue para comer de nuevo, pero esta vez en otro continente y con unos amigos chilenos que conocimos en Curaçao. Además me recibieron a base de piscolas, preparando así el ambiente para la remontada del Barça contra el PSG y la celebración posterior.
Con el cansancio acumulado el día siguiente estuvo prácticamente perdido, por lo que al final sólo tuve un día para visitar el centro de la ciudad, subir a la Gran Torre Santiago en el Costanera Center y que es el rascacielos más alto de Sudámerica para ver las vistas (y la polución), y degustar un terremoto que es otra de las bebidas típicas del país.
[…] las 9 de la mañana del sábado 11 de marzo cogí un autobús en Santiago de Chile para cruzar la cordillera de Los Andes y llegar a Mendoza unas ocho horas después, previo paso […]